Además también existia una amplia gama de colores, dependiendo de la región en la que se encontraran, aunque por supuesto no tan amplia como la que ahora conocemos, que va desde el ocre, hasta el madera, pasando por el pardo o el ladrillo, más rojizo.
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En sus tonalidades más claras, los tierras nos transmiten un ambiente de seguridad y son muy acogedores, ideales para las habitaciones de bebés.
Sus tonos más oscuros nos llenan de calidez y son muy utilizados en zonas frias.
Este tipo de colores consiguen, en los decorados rústicos, una fusión casi total con el suelo, además de dar un especial protagonismo a la madera.
El tierra natural es el más indicado para estancias amplias por su gran calidez. Puede ser combinado con blancos y neutros pero también con algún detalle en naranja o rosa.
El color más dificil de utilizar en esta gama es el castaño, sobretodo si no tenemos en cuenta el tipo de mobiliario que tenemos o si tenemos el suelo de parquet, ya que el color de las paredes se fundiría con ello y nos resultaría agobiante.
En grandes salones, el castaño aderezado con dorados, nos dará un resultado espectacular y ostentoso.
En habitaciones menos opulentas, si lo dotamos con unos toques de rojo, naranja o amarillo, nos dará una discreta elegancia.
Combinar con colores crema es una opción óptima para obtener espacios de trabajo y estudio o simplemente, espacios de relajación, ya que la combinación de ambos es muy acogedora.
Los ocres son los colores que evocan el otoño y sus colores tostados, aunque también resultan los más luminosos de la gama de los tierra. Este tipo de color debido a sus matices rojos, suele usarse en decoración para resaltar los complementos en rojo y en verde.
El color ladrillo es un color de un gran caracter y con grandes matices rojizos, pero en algunas de sus variedades, las más oscuras, parece sucio. Es por eso que ese tipo de color es más utilizado en exteriores.
En interior, si se combina con amarillo, verde o azul, crea un ambiente muy cálido y acogedor, apto para dormitorios.
El coral es la variedad más sensual de los tierra ya que contiene una gran cantidad de rosa que suaviza la textura mineral. Su fuente de inspiración són las caracolas marinas lo cuál hace que se convierta en un color de lo más romántico. Este color combina perfectamente con el blanco y los neutros, convirtiendose en un color ligeramente reflectante.
Con una ojeada rápida a las fotos, está claro que la gama de los tierras es muy amplia y abarca muchas tonalidades a pesar de que a la mayoría de nosotros se nos venga a la cabeza un color amarronado. A partir de ahora cuando se pronuncie color tierra cual os imaginareis???
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